Escribía esto antes de la grave crisis que sufrieron los islandeses y que poco a poco han ido superando. Un ejemplo a seguir.
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Hoy, 29 de octubre, leo que este país ha conseguido por quinto año consecutivo, el galardón internacional de ser el territorio con mayor igualdad entre sexos. Según el estudio realizado por Agencia acreditada internacionalmente es el mejor país del mundo para ser mujer.
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ISLANDIA
Quizás por esa sensación de lejanía, de independencia o de autosuficiencia que me inspira un país próximo al polo norte, siempre me atrajo Islandia. Sueño con cumplir mi propósito de viajar allí para ver de cerca todos los aspectos sorprendentes que he leído sobre una isla volcánica de unos 100.000 km2, en la que habitan 260.000 habitantes en su mayoría rubios, altos, fornidos y con alto nivel cultural. Territorio cuyo paisaje está configurado por numerosos glaciares y pequeños cráteres por donde la tierra allí respira, exhalando bocanadas de aire caliente a presión. Los islandeses apenas conocen el verano puesto que la temperatura no supera nunca los 9º. La economía de la isla gira en torno a la pesca y las gentes, no conocen esas ofertas agresivas que en Europa tanto se prodigan, de regalar cazuelas a cambio de una domiciliación de nómina; solo hay tres Bancos comerciales y uno de ellos es estatal.
Es un país muy joven. Siempre gobernado por Noruega, Suecia o Dinamarca, consigue independizarse y formar república independiente en 1.944. Me resulta difícil entender que carecen de fuerzas armadas; prueba evidente de su desarrollo intelectual. Tan solo 130 guardacostas vigilan sus zonas costeras utilizando una flota de 3 lanchas patrulleras, un avión y un helicóptero. No existen medidas de seguridad que protejan a los Ministros/as y los islandeses no conocen ni entienden la existencia de guardaespaldas, que tanto abundan en cualquier nación del mundo.
En cuestión de relaciones familiares, nada de lo que conocemos es similar. Lo más normal en Islandia es ser madre soltera. Casarse, divorciarse y volverse a casar, incluso entre amigos, no es ningún problema social, de tal forma que en las fiestas familiares que se celebran con mucha frecuencia se reúnen hijos nacidos de las distintas relaciones de la madre con sus distintas parejas estando presentes también todos los padres. Allí funciona este sistema porque casi todos tienen algún parentesco con los demás. Siempre han sido muy independientes ya desde que los vikingos (primeros pobladores) se iban navegando hacia otros países y dejaban a sus mujeres solas al cuidado de los hijos y las tierras. Ellas tenían hijos con sus esclavos y cuando sus parejas regresaban, los aceptaban como suyos propios como hecho natural. Hoy, en cualquier clase de cualquier colegio, el 95% de los niños tienen a sus padres divorciados.
La mujer en Islandia goza de los máximos privilegios e incluso supera al hombre en cualquier aspecto. La primera mujer en el mundo presidenta de un país se nombró aquí en 1.980 y los miembros del gobierno siempre son mayoritariamente femeninos. Posiblemente esta configuración sea la base para que en el año 2000 se haya aprobado una ley con es respaldo de todos los islandeses, por la cual se otorgan nueve meses de permiso de maternidad: tres para la madre, tres para el padre y tres para los dos juntos, con el 80% del sueldo garantizado. Esto es así porque el 90% de las mujeres ocupa puestos de trabajo a jornada completa. Enlaza este dato con el elevado número de chicas jóvenes que se quedan embarazadas; en Islandia es totalmente normal que las mujeres tengan hijos cuando están en la Universidad, por lo que cuando terminan sus estudios están listas para dedicarse a su carrera, al contrario de las grandes dificultades que encuentran las mujeres europeas. Evidentemente este sistema funciona bien en Islandia, en gran medida, por la aportación de los abuelos; son jóvenes y por tanto capaces de participar más activamente en la tarea de criar niños pequeños.
No debo omitir en este escrito el peor defecto de la población de esta isla. Hablo de la cultura de la borrachera, que tiene especial significado en las más céntricas calles de Reykiavik y sobre manera las noches de los fines de semana. Es una realidad que a las cinco de la mañana de un domingo hay más gente deambulando por el centro de la capital, que en ningún momento del resto de días de la semana. Son personas borrachas que demuestran desconocer la línea recta cuando caminan. Tal afición al alcohol, entre otros motivos de mayor rango, promueve la existencia del VOGUR HOSPITAL considerado el número uno del mundo en el tratamiento de adiciones, al margen de otras ramas de investigación internacionalmente reconocidas. Se calcula que el 15% de los varones islandeses han pasado por este centro sanitario para desintoxicación y rehabilitación, siendo totalmente gratuita la asistencia al estar financiada por el Estado.
En el Vogur Hospital también existe registrada la mayor base de seres humanos conocida que comprende el historial de 18.000 personas que han pasado por sus dependencias. Todos estos registros que comprenden nacimientos, matrimonios, enfermedades, etc., se guardan en una base informática a la que pueden acceder todos los islandeses mediante contraseña privada. De esta forma cualquiera puede llegar a rastrear su linaje, desde 1.000 años atrás.
Pues bien; quedan por comentar otros muchos rasgos que me han llamado la atención al leer reportajes sobre Islandia. Muchas cosas que en España son impensables, serían insólitas…. Espero viajar pronto a la isla y exponer con mejor criterio todo aquello que me resulta interesante. En ello pondré mi empeño.
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Hoy, 29 de octubre, leo que este país ha conseguido por quinto año consecutivo, el galardón internacional de ser el territorio con mayor igualdad entre sexos. Según el estudio realizado por Agencia acreditada internacionalmente es el mejor país del mundo para ser mujer.
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ISLANDIA
Quizás por esa sensación de lejanía, de independencia o de autosuficiencia que me inspira un país próximo al polo norte, siempre me atrajo Islandia. Sueño con cumplir mi propósito de viajar allí para ver de cerca todos los aspectos sorprendentes que he leído sobre una isla volcánica de unos 100.000 km2, en la que habitan 260.000 habitantes en su mayoría rubios, altos, fornidos y con alto nivel cultural. Territorio cuyo paisaje está configurado por numerosos glaciares y pequeños cráteres por donde la tierra allí respira, exhalando bocanadas de aire caliente a presión. Los islandeses apenas conocen el verano puesto que la temperatura no supera nunca los 9º. La economía de la isla gira en torno a la pesca y las gentes, no conocen esas ofertas agresivas que en Europa tanto se prodigan, de regalar cazuelas a cambio de una domiciliación de nómina; solo hay tres Bancos comerciales y uno de ellos es estatal.
Es un país muy joven. Siempre gobernado por Noruega, Suecia o Dinamarca, consigue independizarse y formar república independiente en 1.944. Me resulta difícil entender que carecen de fuerzas armadas; prueba evidente de su desarrollo intelectual. Tan solo 130 guardacostas vigilan sus zonas costeras utilizando una flota de 3 lanchas patrulleras, un avión y un helicóptero. No existen medidas de seguridad que protejan a los Ministros/as y los islandeses no conocen ni entienden la existencia de guardaespaldas, que tanto abundan en cualquier nación del mundo.
En cuestión de relaciones familiares, nada de lo que conocemos es similar. Lo más normal en Islandia es ser madre soltera. Casarse, divorciarse y volverse a casar, incluso entre amigos, no es ningún problema social, de tal forma que en las fiestas familiares que se celebran con mucha frecuencia se reúnen hijos nacidos de las distintas relaciones de la madre con sus distintas parejas estando presentes también todos los padres. Allí funciona este sistema porque casi todos tienen algún parentesco con los demás. Siempre han sido muy independientes ya desde que los vikingos (primeros pobladores) se iban navegando hacia otros países y dejaban a sus mujeres solas al cuidado de los hijos y las tierras. Ellas tenían hijos con sus esclavos y cuando sus parejas regresaban, los aceptaban como suyos propios como hecho natural. Hoy, en cualquier clase de cualquier colegio, el 95% de los niños tienen a sus padres divorciados.
La mujer en Islandia goza de los máximos privilegios e incluso supera al hombre en cualquier aspecto. La primera mujer en el mundo presidenta de un país se nombró aquí en 1.980 y los miembros del gobierno siempre son mayoritariamente femeninos. Posiblemente esta configuración sea la base para que en el año 2000 se haya aprobado una ley con es respaldo de todos los islandeses, por la cual se otorgan nueve meses de permiso de maternidad: tres para la madre, tres para el padre y tres para los dos juntos, con el 80% del sueldo garantizado. Esto es así porque el 90% de las mujeres ocupa puestos de trabajo a jornada completa. Enlaza este dato con el elevado número de chicas jóvenes que se quedan embarazadas; en Islandia es totalmente normal que las mujeres tengan hijos cuando están en la Universidad, por lo que cuando terminan sus estudios están listas para dedicarse a su carrera, al contrario de las grandes dificultades que encuentran las mujeres europeas. Evidentemente este sistema funciona bien en Islandia, en gran medida, por la aportación de los abuelos; son jóvenes y por tanto capaces de participar más activamente en la tarea de criar niños pequeños.
No debo omitir en este escrito el peor defecto de la población de esta isla. Hablo de la cultura de la borrachera, que tiene especial significado en las más céntricas calles de Reykiavik y sobre manera las noches de los fines de semana. Es una realidad que a las cinco de la mañana de un domingo hay más gente deambulando por el centro de la capital, que en ningún momento del resto de días de la semana. Son personas borrachas que demuestran desconocer la línea recta cuando caminan. Tal afición al alcohol, entre otros motivos de mayor rango, promueve la existencia del VOGUR HOSPITAL considerado el número uno del mundo en el tratamiento de adiciones, al margen de otras ramas de investigación internacionalmente reconocidas. Se calcula que el 15% de los varones islandeses han pasado por este centro sanitario para desintoxicación y rehabilitación, siendo totalmente gratuita la asistencia al estar financiada por el Estado.
En el Vogur Hospital también existe registrada la mayor base de seres humanos conocida que comprende el historial de 18.000 personas que han pasado por sus dependencias. Todos estos registros que comprenden nacimientos, matrimonios, enfermedades, etc., se guardan en una base informática a la que pueden acceder todos los islandeses mediante contraseña privada. De esta forma cualquiera puede llegar a rastrear su linaje, desde 1.000 años atrás.
Pues bien; quedan por comentar otros muchos rasgos que me han llamado la atención al leer reportajes sobre Islandia. Muchas cosas que en España son impensables, serían insólitas…. Espero viajar pronto a la isla y exponer con mejor criterio todo aquello que me resulta interesante. En ello pondré mi empeño.
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