GETARIA
La autopista que une San
Sebastián con Bilbao nos priva de paisajes plenos de encanto. La carretera
antigua discurre por valles y montañas guipuzcoanos, en algunos tramos
bordeando el litoral lo cual hace acrecentar el ya de por sí importante
atractivo turístico del viaje. Seguramente el recorrido de mayor interés es el
comprendido entre Zarautz y Deba, porque el viajero encuentra sensaciones en la
ruta que no serán fáciles de olvidar. Zarautz es una localidad costera donde la
elegancia y la belleza de sus edificaciones, sus jardines, sus calles y su
paseo en torno a la playa amplia y limpia, satisfacen los gustos del turista
más exigente. Zumaya y Deba son pueblos pesqueros que atraen numerosos
visitantes, sobretodo en época veraniega cuando se disfruta de un clima
benigno, de una envidiable tranquilidad y esmeradas infrastructuras hosteleras
donde se pueden saborear los placeres de sus platos típicos, siempre basados en
pescado y mariscos recién extraídos del Cantábrico.
Pero sin ningún género
de dudas es GETARIA el pueblo que
reúne las mayores y mejores cualidades de la costa guipuzcoana y, a mi juicio,
de todo el litoral cantábrico
peninsular. Su historia plagada de matices, su arquitectura moderna pero
siempre cuidando el sabor típico de sus casas apretadas y limpias mirando al
mar, su ambiente particular de gentes que viven fundamentalmente de la pesca,
sus ancestrales costumbres de pueblo abierto al mundo, su gastronomía rica en
todas las variedades de frutos marinos y las importantes modificaciones en su
estructura urbana para una mayor comodidad y acogimiento de cuantas gentes se
acercan a sus calles, hacen que nadie se sienta forastero en su estancia en
esta villa privilegiada.
Getaria tiene 2.400
habitantes y obtuvo el título de villa en el año 1.204, concedido por el rey
Alfonso VIII; en su escudo heráldico hay
una estampa alusiva a la pesca de la ballena, por cuanto ha sido esta actividad
la base predominante de la economía local en sus inicios como núcleo urbano
independiente. Así, con fecha 20 de Noviembre de 1.474, se promulga una
Ordenanza que exige la cesión al Concejo de la mitad de las ballenas capturadas
para sufragar los gastos del muelle, cercas y guardamuros.
Quien se acerca por
primera vez a esta localidad dejando atrás Zarautz, observa desde la carretera
un paisaje pintoresco inigualable. Es el "Ratón de Getaria", figura natural que forma la Isla de San
Antón con el agua circundante y que se asemeja a un roedor de dimensiones
gigantescas. Las fotos de esta toma única son recuerdo obligado de cuantas
gentes visitan la zona. En los campos que rodean el centro urbano se cultivan
viñedos que son materia prima de un vino autóctono catalogado por los expertos
con renombre universal. Es el chacolí
de Getaria (en euskera "txakolí"),
caracterizado por aroma fino, agradable y afrutado; es un vino transparente que
obtuvo denominación de origen en 1.989 y ninguna otra especie es mejor
acompañante para los platos típicos que aquí abundan, siempre a base de
merluza, rodaballo, kokotxas, lenguado, lubina y cualquiera de los sabrosos
mariscos que tanto abundan por esta zona.
El nombre de Getaria es
inseparable de dos personajes que alcanzaron fama por todos los rincones del
mundo en épocas y profesiones muy distintas: Juan Sebastián Elcano y Cristóbal
Balenciaga. Los dos tienen representatividad en distintos rincones del
pueblo recordando al viandante el orgullo de esta villa por haber dado al mundo
hijos tan ilustres.
En 1.487 nace Juan Sebastián Elcano en el seno de una
familia de pescadores que le inculcan desde muy pequeño el amor hacia su
inequívoca vocación marinera. Pronto inicia sus viajes por las más lejanas
latitudes, convirtiéndose en un intrépido e infatigable navegante. Desde el
puerto de Getaria zarpó, en 1.519, con una tripulación de 239 hombres y tres
años y veintisiete días más tarde regresaba con tan sólo diez acompañantes
hambrientos y enfermos que habían resistido los más penosos avatares en mares
lejanos, en su demostración de la esfericidad de la tierra y la posibilidad de
acceder a las costas asiáticas viajando rumbo oeste. El emperador entonces
reinante, Carlos V, reconoció públicamente su gesta concediéndole una pensión
vitalicia de 500 ducados (que nunca llegó a cobrar por declaración de
insolvencia de la Casa de Contratación de la Coruña) y, al mismo tiempo, se le
hacía entrega de escudo de armas representado en un globo terráqueo con la
inscripción "PRIMUS CIRCUMDEDISTI
ME". Sus viajes oceánicos fueron una constante a lo largo de su vida;
a causa del escorbuto, en 1.526 moría en aguas del Pacífico, cuando emprendía
otra de sus infatigables travesías y su cuerpo fue tirado al agua por deseo
expreso del difunto. Ninguna otra tumba podría ser mejor destino para uno de
los más ilustres navegantes que haya tenido Europa. Getaria inmortaliza la
personalidad de Elcano en una estatua erigida en la plaza más céntrica de la
población. Todos los seis de agosto el pueblo se viste de fiesta, celebrando el
desembarco del marino después de su viaje alrededor del mundo.
También de padre
pescador, Cristóbal Balenciaga venía
al mundo en esta villa en 1.895. Pero sus gustos por las costumbres marineras
paternas quedaron en segundo plano, inclinándose hacia las labores costureras
que su madre realizaba para la Marquesa de Casa Torres, en el palacio que aquí
se conserva y que ahora se rehabilita dando cobijo a la "Fundación
Balenciaga", de próxima inauguración. La fama de su creación artística,
basada en líneas rectas, simples y austeras llega hasta la más alta aristocracia
europea y le permiten ser nombrado modisto oficial de la Reina Victoria
Eugenia. En 1.937 su fama ya era universal; abre en Paris taller de alta
costura y se acrecienta el reconocimiento de su creatividad en el mundo de la
moda; entre sus clientes distinguidos se encuentran mujeres que representan la
cúspide de la nobleza, citándose a la Duquesa de Windsor, la princesa Grace de
Mónaco, la reina Fabiola de Bélgica, Marlene Dietrich, Elizabeth Taylor, etc.
etc.. A su escuela pertenecen discípulos con nombres de la talla de Courregues,
Rabanne y Ungaro. Coco Chanel definía a Balenciaga como "un costurero capaz de dibujar, cortar, crear
y coser un vestido, enteramente sólo". Los demás -decía Chanel- "son dibujantes, o modistos, o inspirados, o
genios; pero Balenciaga encierra todas esas cualidades en una misma persona".
Sería injusto dejar de
citar a otro guetariano universal pero con menor significado y escasa
relevancia, respecto a los dos ya citados. Se trata de Domingo Bonaechea, ilustre navegante conquistador de la isla de
Tahití y primer explorador de la Polinesia.
Muchos son los
alicientes que reúne esta bonita localidad marinera. He querido destacar una
parte de sus rasgos más característicos con el firme convencimiento de que la
realidad supera con creces todas las cualidades que aquí dejo reflejadas, en un
intento de narrar todo aquello que el visitante va a encontrar tan pronto se
adentre por las calles de esta joya del Cantábrico.
Aurelio - San Sebastián
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