TARDE
DE AMOR
Se cierran las
ventanas, la persiana se baja sola,
empieza a oscurecer la habitación, pero no tu belleza,
amor de invierno, el fuego encendió la primavera
y entre besos y abrazos nos perdimos en este lugar.
Beso tu cuello, siento el calor de tu cuerpo,
te saco un botón con mi boca,
acaricio tu piel con el roce de mis labios
y respiro tu perfume, energía del amor.
Paso etapa por etapa,
en la cama se caen las sábanas,
desnudos estamos, seres extraños,
veo tus ojos y escucho tus gemidos.
Penetro tu jardín, gritos en el eco,
pide más, pide mucho más
traspiramos amor, sudamos pasión,
ardemos en la cama y en el silencio.
Te arrodillas ante mí, acaricio tus pelos,
absorbes el fruto que tengo
y contenemos el amor por dentro,
palabras que quedan en el viento.
Te alzo hasta el cielo, contra la pared te dejo,
mientras muestro mi sabia en tus entrañas
me tocas el pelo y tus ojos traspasan mi sentidos,
te extiendo en el colchón suavemente y te relajas.
El hoy se hace ayer, el ayer mañana,
la luz aparece inesperadamente,
seguimos al ritmo de la seducción
y ya ni siento el corazón.
Caímos en la cama, abrazados.
La tarde comenzó quedándonos dormidos…
empieza a oscurecer la habitación, pero no tu belleza,
amor de invierno, el fuego encendió la primavera
y entre besos y abrazos nos perdimos en este lugar.
Beso tu cuello, siento el calor de tu cuerpo,
te saco un botón con mi boca,
acaricio tu piel con el roce de mis labios
y respiro tu perfume, energía del amor.
Paso etapa por etapa,
en la cama se caen las sábanas,
desnudos estamos, seres extraños,
veo tus ojos y escucho tus gemidos.
Penetro tu jardín, gritos en el eco,
pide más, pide mucho más
traspiramos amor, sudamos pasión,
ardemos en la cama y en el silencio.
Te arrodillas ante mí, acaricio tus pelos,
absorbes el fruto que tengo
y contenemos el amor por dentro,
palabras que quedan en el viento.
Te alzo hasta el cielo, contra la pared te dejo,
mientras muestro mi sabia en tus entrañas
me tocas el pelo y tus ojos traspasan mi sentidos,
te extiendo en el colchón suavemente y te relajas.
El hoy se hace ayer, el ayer mañana,
la luz aparece inesperadamente,
seguimos al ritmo de la seducción
y ya ni siento el corazón.
Caímos en la cama, abrazados.
La tarde comenzó quedándonos dormidos…
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